Mijail Gorbachov, el último presidente de la URSS y padre de la Perestroika, cumple 90 años, en cuarentena y en un hospital.

Está harto de la pandemia. Y a pesar de su frágil salud sigue trabajando. En esta nota, un repaso sobre el hombre que desarmó la Unión Soviética.

Mijail Gorbachov, uno de los dirigentes rusos más destacados del siglo XX, cumplió este martes 90 años. El último líder de la ex Unión Soviética se encuentra completamente alejado del mundo por culpa de la pandemia del coronavirus.

Preocupado por el renovado antagonismo entre Rusia y los Estados Unidos, Gorbachov está “cansado de todo esto, como todos nosotros”, dijo Vladimir Poliakov, portavoz de la fundación Gorbachov. Y detalló que el veterano exmandatario “está en cuarentena en un hospital mientras dure la pandemia”.

Ganador del Premio Nobel de la Paz en 1990 por los cambios políticos en las relaciones entre el Este y el Oeste y por ser el precursor del fin de la Guerra Fría, Mijail Gorbachov gobernó a la Unión Soviética entre 1985 y 1991, cuando su gobierno se vio interrumpido por un golpe de Estado que lo destituyó.

Uno de los legados más destacados de su política fue incentivar el fin de la carrera armamentística entre Rusia y Estados Unidos, uno de los motores de la Guerra Fría.

Su padre Serguéi combatió en la Segunda Guerra Mundial, mientras su familia sufría las limitaciones de la época. Tras el fin del conflicto, Serguéi regreso a su hogar y fue condecorado y se reincorporó a sus tareas habituales como agricultor, en una época de enorme hambruna y represión en la Unión Soviética estalinista de posguerra.

Su padre, Serguéi, fue premiado por sus tareas como agricultor por el Presídium del Sóviet Supremo, y se le concedió la Orden de Lenin, tras conseguir un récord en la producción de cereales. Serguéi quiso compartir el premio con su hijo, Mijail Gorbachov, por haberlo ayudado con las tareas rurales. Este, aunque compartido, fue el primer reconocimiento y uno de los más altos honores siendo adolescente que recibió el futuro mandatario.

Gorbachov se trazó la meta de querer destacar en política y fue admitido en la Universidad Estatal de Moscú (un equivalente a lo que Harvard es en Estados Unidos). En 1955 obtuvo el título de licenciado en Derecho. A pesar de su procedencia rural muy alejada de las élites políticas, Gorbachov tuvo éxito en sus estudios y fue escalando puestos, también apoyado en parte por Raísa Gorbachova, su sofisticada y muy influyente esposa.

Mijail Gorbachov se destacó en muchas oportunidades por frases reconocidas que dieron un perfil de su estilo de gobierno y de sus pensamientos como político. Criticado a posteriori por ser el mandatario que dio fin a la Unión Soviética, también se le reconoce hoy día en Rusia la apertura económica y la libertad de expresión que acarreó esta ruptura en el bloque soviético.

Sobre esto, Gorbachov dijo: “Imagínese un país que vuela al espacio, lanza Sputniks, crea un sistema de defensa así y no puede resolver el problema de las pantimedias de las mujeres. No hay pasta de dientes, ni jabón en polvo, ni las necesidades básicas de la vida. Fue increíble y humillante trabajar en un gobierno así”. Sus palabras fueron una clara referencia a las dificultades diarias que atravesaba la sociedad rusa.

Fue elegido Secretario General del Partido Comunista en 1985, y a partir de allí comenzó a referirse al estancamiento de la economía soviética y su necesaria reestructuración. Con el tiempo, se haría famoso el término perestroika (reconstrucción). Durante estos años de mandato, hubo reorganizaciones de las empresas comerciales y asociaciones con empresas occidentales.

Chernobyl

Un cambio importante en la política de aquellos años de la Unión Soviética se produjo tras el fatal accidente en la central nuclear de Chernobyl en 1986. Aunque el régimen reveló muy poca información al respecto, al cabo de unos meses la política se hizo más transparente. El objetivo era lograr un socialismo con “rostro humano”.